El estado de ánimo de las personas se debe a la forma de ser de sus mascotas, afirman los investigadores.
No es una novedad para nadie que las mascotas nos hacen sentirnos más queridos y escuchados, especialmente en los momentos de depresión y angustia. ¿Pero todas las especies causan el mismo efecto en nuestro estado de ánimo? Los científicos estadounidenses han revelado un punto más en la batalla interna entre los amantes de caninos y felinos, informa el periódico 'Daily Mail'.
De acuerdo con el estudio realizado por un equipo de investigadores del Manhattanville College de Nueva York, con la participación de 263 voluntarios evaluados por cuatro parámetros: felicidad, satisfacción en la vida, emociones positivas y emociones negativas, los dueños de los perros son más felices que los de los gatos. Los resultados de la investigación han demostrado que los niveles de felicidad de los amos de los caninos eran 23 décimas mayores, así como los niveles de satisfacción personal en dos décimas y los niveles de emociones positivas 17 décimas más que los de los amantes de los felinos.
Los científicos explican que las personas que dicen que les gustan los perros tienden ser más animadas, enérgicas y extrovertidas, mientras que los amantes de los gatos, por el contrario, son más introvertidos y más sensibles y estos factores se deben a la forma de ser de los propios animales. Los perros facilitan las relaciones sociales de sus dueños, los hacen participar en actividades de ocio y deporte por tener que sacarlos a pasear y los amos de los felinos, en cambio, buscan en sus mascotas una mayor independencia y comodidad: prefieren pasar más tiempo en casa leyendo un libro, por ejemplo, sin tener que salir a la calle.
Estudio: Amantes de los gatos son más inteligentes que quienes tienen perros:
Los amantes de los perros y los apasionados de los gatos realmente tienen personalidades diferentes y hasta se distinguen por su nivel de inteligencia, según ha revelado un reciente estudio.
De acuerdo con los científicos de la Universidad de Carroll en Waukesha, Wisconsin (EE.UU.), que presentaron su estudio en la Asociación anual para la reunión de la revista 'Psychological Science', las personas que dicen que les gustan los perros tienden ser más animadas, enérgicas y extrovertidas, mientras que los amantes de los gatos, por el contrario, son más introvertidos y más sensibles.
El estudio citado por 'Livescience' está destinado a provocar rivalidades entre los dueños de mascotas, dado que una de sus tesis afirma que los amantes de los gatos tienden a mostrar puntos más altos de inteligencia que quienes tienen perros.
De acuerdo con uno de los autores del estudio, el profesor asociado de Psicología Denise Guastello, la diferencia entre las personalidades puede estar relacionada con los tipos de entornos de la gente que prefiere a los gatos y a la que simpatiza más con los perros.
Guastello explica que es más probable que una persona que tiene un perro sea más animada y abierta, porque pasa más tiempo afuera, hablando con otros dueños de perros y en cambio si se es más introvertido y sensible, tal vez se prefiere pasar más tiempo en casa leyendo un libro sin tener que salir con la mascota a la calle a dar un paseo.
Los investigadores también señalan que en la mayoría de los casos las personas seleccionan a los animales en función de su propia personalidad. Así, por ejemplo, los gatos se consideran animales independientes que se mantienen a sí mismos y al igual que ellos, sus dueños recelan de los demás, son inconformistas y no suelen seguir las reglas.
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