Un grupo de físicos en la Universidad de California, en Santa Bárbara, investiga cómo aprovechar el poder de la luz para reducir el tiempo del viaje a Marte a unos pocos días. La clave es la propulsión fotónica, una técnica que utiliza luz láser para producir empuje para impulsar naves espaciales. Si bien la tecnología en desarrollo está limitada a pequeñas sondas espaciales, puede convertirse en un sistema de propulsión para naves grandes, incluso tripuladas.
El profesor Phillip Lubin y su equipo están trabajando en el programa Deep-In (Directd Energy Interstellar Precursor) y han presentado sus resultados en el último simposio del NIAC (NASA Innovative Advanced Concepts).
El programa tiene como objetivo crear sondas capaces de alcanzar velocidades relativistas y viajar a las estrellas más cercanas. Una velocidad relativista es una velocidad que equivale a una fracción significativa de la velocidad de la luz.
"Sabemos cómo llegar a velocidades relativistas en el laboratorio, lo hacemos todo el tiempo," dijo Lubin. "Cuando vamos a nivel macroscópico, aviones, automóviles, naves espaciales, resultan patéticamente lentas".
Usando la tecnología de propulsión fotónica, Lubin pretende cerrar esta brecha. La teoría es simple: el empuje de fotones emitidos a partir de una matriz de láser podría ser utilizado para propulsar una nave espacial.
Todas las naves espaciales operan por el disparo de su propulsor en la dirección opuesta a la forma en que desea viajar. Tradicionalmente, este propulsor necesita combustible que tiene que ser llevado a bordo de la nave espacial, por lo que hace más pesada y la frena.
La propulsión fotónica utiliza una matriz de láseres que no añade masa a la nave espacial más allá del propio láser. Esto permite acelerar durante más tiempo y alcanzar velocidades más altas, que serían relativistas, de hasta un 25 por ciento de la velocidad de la luz. Como resultado, Rubin dijo que podría propulsarse una nave de 100 kilos a Marte en unos pocos días, en lugar de meses.
El profesor añadió que la tecnología es "completamente escalable por lo que podría ser utilizada en pequeños y grandes naves espaciales. "No estamos proponiendo sistemas para enviar humanos a distancias interestelares", dijo sobre el proyecto actual. "Los seres humanos son extremadamente frágiles y requieren mucho apoyo. Las misiones robóticas son mucho más adecuadas para la exploración interestelar en el futuro".
El motor sin combustible
Otro concepto para un motor sin combustible es el EM Drive de la NASA. El motor sin combustible "imposible" podría llevar a los seres seres humanos a Marte en tan sólo 10 semanas. Crea empuje por el rebote de microondas alrededor en una cámara cerrada, y sólo utiliza la energía solar. La NASA pretende realizar una prueba del motor en meses, y parece que funciona.
Al acercarse a velocidades relativistas, los efectos descritos por la teoría de la relatividad de Einstein empezarían a surtir efecto. El paso del tiempo se frenaría para los seres humanos a bordo de estas naves espaciales, por lo que envejecerían más lentamente. La relatividad describe el concepto de la dilatación del tiempo, lo que sugiere que cuanto más rápido se viaja, el tiempo parece ir más despacio.
El profesor Phillip Lubin y su equipo están trabajando en el programa Deep-In (Directd Energy Interstellar Precursor) y han presentado sus resultados en el último simposio del NIAC (NASA Innovative Advanced Concepts).
El programa tiene como objetivo crear sondas capaces de alcanzar velocidades relativistas y viajar a las estrellas más cercanas. Una velocidad relativista es una velocidad que equivale a una fracción significativa de la velocidad de la luz.
"Sabemos cómo llegar a velocidades relativistas en el laboratorio, lo hacemos todo el tiempo," dijo Lubin. "Cuando vamos a nivel macroscópico, aviones, automóviles, naves espaciales, resultan patéticamente lentas".
Usando la tecnología de propulsión fotónica, Lubin pretende cerrar esta brecha. La teoría es simple: el empuje de fotones emitidos a partir de una matriz de láser podría ser utilizado para propulsar una nave espacial.
Todas las naves espaciales operan por el disparo de su propulsor en la dirección opuesta a la forma en que desea viajar. Tradicionalmente, este propulsor necesita combustible que tiene que ser llevado a bordo de la nave espacial, por lo que hace más pesada y la frena.
La propulsión fotónica utiliza una matriz de láseres que no añade masa a la nave espacial más allá del propio láser. Esto permite acelerar durante más tiempo y alcanzar velocidades más altas, que serían relativistas, de hasta un 25 por ciento de la velocidad de la luz. Como resultado, Rubin dijo que podría propulsarse una nave de 100 kilos a Marte en unos pocos días, en lugar de meses.
El profesor añadió que la tecnología es "completamente escalable por lo que podría ser utilizada en pequeños y grandes naves espaciales. "No estamos proponiendo sistemas para enviar humanos a distancias interestelares", dijo sobre el proyecto actual. "Los seres humanos son extremadamente frágiles y requieren mucho apoyo. Las misiones robóticas son mucho más adecuadas para la exploración interestelar en el futuro".
El motor sin combustible
Otro concepto para un motor sin combustible es el EM Drive de la NASA. El motor sin combustible "imposible" podría llevar a los seres seres humanos a Marte en tan sólo 10 semanas. Crea empuje por el rebote de microondas alrededor en una cámara cerrada, y sólo utiliza la energía solar. La NASA pretende realizar una prueba del motor en meses, y parece que funciona.
Al acercarse a velocidades relativistas, los efectos descritos por la teoría de la relatividad de Einstein empezarían a surtir efecto. El paso del tiempo se frenaría para los seres humanos a bordo de estas naves espaciales, por lo que envejecerían más lentamente. La relatividad describe el concepto de la dilatación del tiempo, lo que sugiere que cuanto más rápido se viaja, el tiempo parece ir más despacio.