Tropas italianas entran en la ciudad albanesa de Dürres. Abril de 1939. La conquista de Albania fue llevada a cabo en abril de 1939. Albania fue añadida al Imperio Italiano y su rey forzado al exilio.
El 28 de octubre de 1940, transcurrido un mes desde el ataque italiano al Egipto británico, Mussolini decidió que había llegado el turno de Grecia. Ésta sería ocupada desde Albania. La iniciativa, sin embargo, constituyó un fracaso porque, las tropas griegas, apoyadas por la aviación británica, lograron derrotar al mal entrenado y desorganizado ejército italiano. Los ingleses se apoderaron de gran parte de Albania y establecieron bases aéreas en Creta.
Soldados griegos durante la fallida ofensiva italiana de la primavera de 1941
Al igual que había sucedido en el N. de África, Hitler acudió en ayuda de los italianos. Para invadir Grecia necesitaba atravesar los estados de Rumanía, Bulgaria y Yugoslavia. Alemania había conseguido en noviembre de 1940 atraer a Rumanía y Hungría a su órbita, estas habían entrado el Pacto Tripartito. Bulgaria lo hizo en noviembre de 1940. Sin embargo, fracasó en su tentativa de hacer lo propio con Yugoslavia, por lo que decidió invadirla.
Con independencia de haber acudido en ayuda de los italianos, Hitler estaba interesado en jugar una activa política en los Balcanes, tradicional zona de influencia rusa. Por otro lado, el control de esa zona por los británicos hubiese puesto en peligro el abastecimiento de petróleo procedente la región petrolífera de Ploiesti (Rumanía).
Paracaidistas alemanes se lanzan sobre Creta. Mayo de 1941
La Campaña contra Grecia y Yugoslavia ("Operación Marita"comenzó el 6 de abril de 1941. Tras una nueva guerra relámpago, Los alemanes conquistaron ambos países y expulsaron a las tropas británicas. Yugoslavia capituló el 14 de abril; Grecia, el 21 de ese mismo mes.
Soldados yugoslavos entregan sus armas tras la derrota. 6 de abril de 1941
Tras la derrota yugoslava, Hitler creó el estado títere de Croacia. Éste quedaba bajo la dictadura de Ante Pavelic, quien reprodujo las instituciones de aquellos que lo tutelaban, Alemania e Italia. A pesar de todo, Yugoslavia constituyó un auténtico quebradero de cabeza para los alemanes, cuyas tropas se vieron constantemente hostigadas por las acciones de sabotaje perpetradas por los partisanos capitaneados por Tito, quienes consumaron una exitosa guerra de guerrillas.
Como resultado de la operación en los Balcanes, Reino Unido perdió su última presencia en el continente europeo. Alemania mantuvo el control de los pozos petrolíferos rumanos y adquirió una excelente posición estratégica para amenazar el flanco suroccidental de la Unión Soviética, cuya invasión comenzó el 21 de junio de 1941. La guerra dejaba de estar circunscrita a la lucha entre Reino Unido-Alemania y adquiría carácter mundial.