Estas son las imágenes que me envió como para arrancar:
La publicación que me mandó es esta, por si les interesa.
http://www.ebay.es/itm/Jack-Skellington-Wallet-Leather-Flip-Handmade-Stand-Case-For-Galaxy-S5-S6-6-Edge-/111740707823?var=&hash=item1a0443e3ef
Para que el teléfono quede firmemente anclado a la funda y no tenga posibilidades de caerse, decidí comprar una funda SLIM-ARMOR que viene compuesta de una cascara exterior de policarbonato y una interior de TPU. Esta va a estar anclada al exterior de cuero mediante costura.
En fin, busqué imágenes de la película, tipografía, etc y me puse a diseñar una funda tipo Flip-book, con espacio para guardar dos o tres tarjetas.
La parte exterior consta de un grabado bajorelieve en el cuero en donde poder dorar a la hoja las letras y los adornos. La línea punteada es la línea de costura y la forma de lo que sería la contratapa cumple la función de hacer espacio para la lente de la cámara y a la vez generar un punto de pivot para colocar el celular apaisado.
Como quería que el bajorelieve tenga una línea bien definida y como no tengo las herramientas para hacerlo de manera prolija, decidí cortar los componentes exteriores en corte láser para después hacer una plantilla de estampado con la que grabar el cuero. Para ello armé el diseño en un programa CAD, lo exporté a Corel y lo mandé a cortar a una librería frente a la facultad donde estudié.
Por suerte corté dos ejemplares ya que algunas de las letras quedaron muy finas y el láser derritió parte de ellas. Así que de las dos plantillas que corté pude hacer una más o menos decente. La culpa fue mía porque no comprobé el ancho mínimo que puede cortar la máquina, que suele ser 1mm para espesores de material de 2mm. Menos de eso y la pieza no puede enfriarse lo suficientemente rápido como para no derretirse.
Ya en casa me puse a separar las letras y armar la plantilla. Esto fue un trabajo más difícil de lo que pensaba, para empezar porque las letras estaban en algunos casos derretidas y en otros fundidas con el material de descarte. Luego, fue bastante difícil colocarlas como correspondía al diseño y pegarlas ya que se movían a la menor perturbación. Muchas veces solo con colocar pegamento se movían y ni hablar de muchas veces que por torpe moví todo sin darme cuenta. Estuve bastante tiempo para dejarlo como quería, pero eventualmente pude terminar.
Para estamparlo utilicé el muy moderno, sofisticado y tecnológico método de prensarlo poniéndole un bruto peso encima. En este caso, un granito de 0,60 x 1,20 que pesa aproximadamente unos 50 kg.
Coloqué la plantilla en una mesita de apoyo de la cocina, mojé el cuero, lo coloqué encima y sobre eso la placa de granito. Lo dejé toda la noche y al otro día desmonté todo.
Acá cabe aclarar algo: hay que tener MUCHO cuidado cuando se coloca el peso encima, además de procurar asegurar el pedazo de cuero de manera de que no se mueva una vez prensado. Yo luego de colocar la placa de granito encima se me ocurrió la mala idea de ajustar un poco el apoyo y sobreimprimí el cuero, quedando con una imagen fantasma. Eso no fue gran cosa porque perdí 20 cm de cuero, pero lo que más me jodió es que perdí una noche de trabajo ya que tuve que hacerlo de vuelta y esperar otro día. De todas maneras, el pedazo que descarté me sirvió para ensayar el dorado a la hoja. Se vive y se aprende.
En fin, al otro día saqué el segundo pedazo de cuero y comprobé que estuviera bien. Todo salió como correspondía, así que me puse a dorar a la hoja las letras. No es tan difícil, hay que colocar barniz que la librería te indica como barniz especial para pegar el dorado a la hoja pero que tiene toda la pinta de ser barniz común y silvestre con sobreprecio, y se coloca un fragmento de hoja de pan de oro. Se presiona levemente con un hisopo y se deja en paz hasta que el barniz se seca. A la izquierda de la primera imagen se encuentra el estampado que me salió mal, que me sirvió para practicar.
Cuando seca el barniz que según lo que indica el tarrito son dos o tres horas, se empieza a limpiar la pieza. Esto se hace con un cepillo de cerdas suaves, cepillando sobre el dorado para que se salga lo que no está adherido con pegamento. Finalmente lo poco que no se sale con cepillo se limpia con el borde de un filo de cutter, con paciencia y procurando de refinar la línea de las letras.
Para realzar el relieve le dí acentos con dos colores. Para esto usé sencillamente dos lapiceras, una blanca y otra negra. Esto ayuda a definir la línea de las letras y separarla del cuero.
Terminado esto se marca la línea de corte, se corta y se perfora la línea de costura como siempre. Para el interior decidí usar un cuero gamuzado color bordó, así que lo mismo va para el interior.
El tarjetero del forro interno necesitaba unos bolsillos de plástico con topes para que las tarjetas no se pasen y queden atascadas en el interior. Los hice en plástico de alto Impacto (PAI) de 1mm de espesor, que suele ser el mismo que las tarjetas.
El cierre que pensé para la funda es un broche metálico. Para esto tenía que armar la lengüeta de cierre, perforar la tapa frontal y colocar los componentes de los broches. Pero antes tenía que hacer la cara de Jack Skellington, que es el personaje principal de la película. Para eso tenía una plantilla que previamente había cortado con el corte láser en tamaño real.
Usé una chapa de cobre de 0,3mm de espesor la cual hay que someter a un recocido para que pierda el temple y sea maleable, así se puede repujar. Hay una temperatura específica y una forma de recocer para cada metal en particular, pero yo no tenía a mano el libro con el dato así que lo calenté en la hornalla de la cocina hasta que cambió el color y lo enfrié abanicándolo en el aire. Al parecer, funcionó.
Colocando la chapa recocida sobre la plantilla de plástico, hay que empezar a repujar los bordes con cuidado con un objeto blando. Es este caso, usé el capuchón de una birome. Hay que tener paciencia, pero eventualmente se llega al efecto deseado.
Gradualmente se va aumentando la presión, para después pasar a un repujador de punta más aguda para definir mejor los bordes. Y cuando digo repujador de punta mas aguda, me refiero al mismo bolígrafo sin el capuchón.
Como la chapa de cobre es muy delgada la reforcé colocándole estaño. Esto se hace con soldador, o se puede calentar nuevamente en la hornalla con cuidado. Usando un soldador se controla mejor la aplicación de estaño.
Luego, soldé la cara a una chapa de bronce con más estaño, recorté y lije los bordes hasta que quedaron suaves y soldé el anclaje del broche al bronce.
Llega la parte donde se empieza a montar todo. Para rigidizar todo y sumar protección al teléfono decidí colocar unas placas interiores de PAI transparente que había cortado en láser, las cuales pegué con cemento de contacto.
Para coser el forro interno decidí quitarle la parte del lomo. Esto hace que sea más fácil conservar la forma cerrada.
La funda queda cosida al conjunto por la cascara externa de Policarbonato. De esta manera, cuando queda colocada la funda interna de TPU la costura queda oculta. Por otra parte también es posible usar el teléfono sin la funda pero conservando algo de protección al tener todavía puesta la funda de TPU.
Para el cierre corté la lengüeta de cuero, cosí ambas partes (cuero exterior, interior de gamuza) y coloqué el broche de cierre.
Para terminar los bordes los pinté con esmalte bordó que tenía a mano. O sea, que tomé prestado un esmalte de uñas de mi mujer. Pinté todo el perímetro exterior y los cantos de toda la funda. Después lo rocié con Blem porque tenía miedo que al poner pomada para curar la superficie arrastre parte de la tinta con la que hice los resaltes de las letras. Y eso fue todo.
Y como en utilísima, el modelo terminado.
Espero que les haya sido útil, o por lo menos entretenido de leer. Cualquier cosa me preguntan. Dejo unas certificadas ya que esta vez encontré el dichoso papelito con el que las hago
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La publicación que me mandó es esta, por si les interesa.
http://www.ebay.es/itm/Jack-Skellington-Wallet-Leather-Flip-Handmade-Stand-Case-For-Galaxy-S5-S6-6-Edge-/111740707823?var=&hash=item1a0443e3ef
Para que el teléfono quede firmemente anclado a la funda y no tenga posibilidades de caerse, decidí comprar una funda SLIM-ARMOR que viene compuesta de una cascara exterior de policarbonato y una interior de TPU. Esta va a estar anclada al exterior de cuero mediante costura.
En fin, busqué imágenes de la película, tipografía, etc y me puse a diseñar una funda tipo Flip-book, con espacio para guardar dos o tres tarjetas.
La parte exterior consta de un grabado bajorelieve en el cuero en donde poder dorar a la hoja las letras y los adornos. La línea punteada es la línea de costura y la forma de lo que sería la contratapa cumple la función de hacer espacio para la lente de la cámara y a la vez generar un punto de pivot para colocar el celular apaisado.
Como quería que el bajorelieve tenga una línea bien definida y como no tengo las herramientas para hacerlo de manera prolija, decidí cortar los componentes exteriores en corte láser para después hacer una plantilla de estampado con la que grabar el cuero. Para ello armé el diseño en un programa CAD, lo exporté a Corel y lo mandé a cortar a una librería frente a la facultad donde estudié.
Por suerte corté dos ejemplares ya que algunas de las letras quedaron muy finas y el láser derritió parte de ellas. Así que de las dos plantillas que corté pude hacer una más o menos decente. La culpa fue mía porque no comprobé el ancho mínimo que puede cortar la máquina, que suele ser 1mm para espesores de material de 2mm. Menos de eso y la pieza no puede enfriarse lo suficientemente rápido como para no derretirse.
Ya en casa me puse a separar las letras y armar la plantilla. Esto fue un trabajo más difícil de lo que pensaba, para empezar porque las letras estaban en algunos casos derretidas y en otros fundidas con el material de descarte. Luego, fue bastante difícil colocarlas como correspondía al diseño y pegarlas ya que se movían a la menor perturbación. Muchas veces solo con colocar pegamento se movían y ni hablar de muchas veces que por torpe moví todo sin darme cuenta. Estuve bastante tiempo para dejarlo como quería, pero eventualmente pude terminar.
Para estamparlo utilicé el muy moderno, sofisticado y tecnológico método de prensarlo poniéndole un bruto peso encima. En este caso, un granito de 0,60 x 1,20 que pesa aproximadamente unos 50 kg.
Coloqué la plantilla en una mesita de apoyo de la cocina, mojé el cuero, lo coloqué encima y sobre eso la placa de granito. Lo dejé toda la noche y al otro día desmonté todo.
Acá cabe aclarar algo: hay que tener MUCHO cuidado cuando se coloca el peso encima, además de procurar asegurar el pedazo de cuero de manera de que no se mueva una vez prensado. Yo luego de colocar la placa de granito encima se me ocurrió la mala idea de ajustar un poco el apoyo y sobreimprimí el cuero, quedando con una imagen fantasma. Eso no fue gran cosa porque perdí 20 cm de cuero, pero lo que más me jodió es que perdí una noche de trabajo ya que tuve que hacerlo de vuelta y esperar otro día. De todas maneras, el pedazo que descarté me sirvió para ensayar el dorado a la hoja. Se vive y se aprende.
En fin, al otro día saqué el segundo pedazo de cuero y comprobé que estuviera bien. Todo salió como correspondía, así que me puse a dorar a la hoja las letras. No es tan difícil, hay que colocar barniz que la librería te indica como barniz especial para pegar el dorado a la hoja pero que tiene toda la pinta de ser barniz común y silvestre con sobreprecio, y se coloca un fragmento de hoja de pan de oro. Se presiona levemente con un hisopo y se deja en paz hasta que el barniz se seca. A la izquierda de la primera imagen se encuentra el estampado que me salió mal, que me sirvió para practicar.
Cuando seca el barniz que según lo que indica el tarrito son dos o tres horas, se empieza a limpiar la pieza. Esto se hace con un cepillo de cerdas suaves, cepillando sobre el dorado para que se salga lo que no está adherido con pegamento. Finalmente lo poco que no se sale con cepillo se limpia con el borde de un filo de cutter, con paciencia y procurando de refinar la línea de las letras.
Para realzar el relieve le dí acentos con dos colores. Para esto usé sencillamente dos lapiceras, una blanca y otra negra. Esto ayuda a definir la línea de las letras y separarla del cuero.
Terminado esto se marca la línea de corte, se corta y se perfora la línea de costura como siempre. Para el interior decidí usar un cuero gamuzado color bordó, así que lo mismo va para el interior.
El tarjetero del forro interno necesitaba unos bolsillos de plástico con topes para que las tarjetas no se pasen y queden atascadas en el interior. Los hice en plástico de alto Impacto (PAI) de 1mm de espesor, que suele ser el mismo que las tarjetas.
El cierre que pensé para la funda es un broche metálico. Para esto tenía que armar la lengüeta de cierre, perforar la tapa frontal y colocar los componentes de los broches. Pero antes tenía que hacer la cara de Jack Skellington, que es el personaje principal de la película. Para eso tenía una plantilla que previamente había cortado con el corte láser en tamaño real.
Usé una chapa de cobre de 0,3mm de espesor la cual hay que someter a un recocido para que pierda el temple y sea maleable, así se puede repujar. Hay una temperatura específica y una forma de recocer para cada metal en particular, pero yo no tenía a mano el libro con el dato así que lo calenté en la hornalla de la cocina hasta que cambió el color y lo enfrié abanicándolo en el aire. Al parecer, funcionó.
Colocando la chapa recocida sobre la plantilla de plástico, hay que empezar a repujar los bordes con cuidado con un objeto blando. Es este caso, usé el capuchón de una birome. Hay que tener paciencia, pero eventualmente se llega al efecto deseado.
Gradualmente se va aumentando la presión, para después pasar a un repujador de punta más aguda para definir mejor los bordes. Y cuando digo repujador de punta mas aguda, me refiero al mismo bolígrafo sin el capuchón.
Como la chapa de cobre es muy delgada la reforcé colocándole estaño. Esto se hace con soldador, o se puede calentar nuevamente en la hornalla con cuidado. Usando un soldador se controla mejor la aplicación de estaño.
Luego, soldé la cara a una chapa de bronce con más estaño, recorté y lije los bordes hasta que quedaron suaves y soldé el anclaje del broche al bronce.
Llega la parte donde se empieza a montar todo. Para rigidizar todo y sumar protección al teléfono decidí colocar unas placas interiores de PAI transparente que había cortado en láser, las cuales pegué con cemento de contacto.
Para coser el forro interno decidí quitarle la parte del lomo. Esto hace que sea más fácil conservar la forma cerrada.
La funda queda cosida al conjunto por la cascara externa de Policarbonato. De esta manera, cuando queda colocada la funda interna de TPU la costura queda oculta. Por otra parte también es posible usar el teléfono sin la funda pero conservando algo de protección al tener todavía puesta la funda de TPU.
Para el cierre corté la lengüeta de cuero, cosí ambas partes (cuero exterior, interior de gamuza) y coloqué el broche de cierre.
Para terminar los bordes los pinté con esmalte bordó que tenía a mano. O sea, que tomé prestado un esmalte de uñas de mi mujer. Pinté todo el perímetro exterior y los cantos de toda la funda. Después lo rocié con Blem porque tenía miedo que al poner pomada para curar la superficie arrastre parte de la tinta con la que hice los resaltes de las letras. Y eso fue todo.
Y como en utilísima, el modelo terminado.
Espero que les haya sido útil, o por lo menos entretenido de leer. Cualquier cosa me preguntan. Dejo unas certificadas ya que esta vez encontré el dichoso papelito con el que las hago
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