Esto más o menos resume el impacto de un meteoro sobre el Océano Atlántico Sur, que se produjo el 6 de febrero, y fue registrado como “una bola de fuego” por el Programa de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA.
El evento en sí es notable porque es el mayor impacto atmosférico registrado desde el Cheliábinsk que explotó sobre Rusia en 2013, causando daños estructurales generalizados y lesiones en la una población.
Este evento reciente desencadenó una energía equivalente a 13,000 toneladas de TNT en explosión instantánea (también denominado como "13 kilotones" de explosión); el impacto de Chelyabinsk fue de 440 kilotones.
Inicialmente notado por Ron Baalke de la NASA y luego investigado por el astrónomo Phil Plait, pronto se hizo evidente que el impacto a gran altitud fue causado por un trozo de roca espacial de aproximadamente 5-7 metros de ancho. El impacto de Chelyabinsk fue causado por una rocacerca de 20 metros de ancho.
El meteoro quemó la mayor parte de su masa durante la entrada en la atmósfera, las piezas cayeron como meteoritos pequeños de forma segura en el océano.
Esto no ocurrió en una región poblada así que no han habido informes de testigos marineros o pilotos que se encontraban en la zona en ese momento. Este es sin duda un evento importante y científicamente interesante.
"La Agencia Espacial evita advertir al mundo acerca de una explosión masiva, a pesar de ser la más grande explosión atmosférico desde el meteoro Chelyabinsk", escribe Mirror.co.uk.
También deambulaba por el camino de la conspiración, cuestionando cómo la NASA llegó a grabar el impacto del 6 de febrero y que el impacto atmosférico probablemente fue detectado por la tecnología militar clasificada, ya que normalmente, las explosiones atmosféricas son registrados por los monitores sísmicos, micrófonos y / o observaciones por satélite. ¿Será probable?
El control y la regularidad de estos impactos más grandes es clave para que los científicos comprendan mejor nuestro entorno interplanetario. Ah, y en cuanto a la NASA no informando de un impacto bólido que nadie vio, bueno, parece que la “prensa amarillista” tenía que cubrirlo.