El Aeropuerto Internacional de Kansai, está ubicado en la isla artificial en la bahía de Osaka (Japón). Con una pista de tan solo 4 km de largo por 1 de ancho, está diseñado considerando posibles sismos y tifones frecuentes en la zona.
El Aeropuerto Internacional Don Mueang (Tailandia) está situado en el extremo norte de la ciudad de Don Mueang. Lo que hace que los aterrizajes en este aeropuerto no solo sean peligrosos, sino también extraños, es el hecho de que una cancha de golf se ubica justo entre dos pistas del aeropuerto.
El Aeropuerto de Barra (Escocia), está situado en el archipiélago de las Hébridas Exteriores, al noroeste de Gran Bretaña. Este aeropuerto es el único que funciona sobre la superficie de una playa. Sus pistas de aterrizaje están limitadas con postes de madera en las cabeceras de cada una de ellas.
Localizado en las afueras de la ciudad de Gisborne (Nueva Zelanda), el aeropuerto está situado sobre una autopista, que además se cruza con unas vías de ferrocarril, por lo que los controladores aéreos tienen que coordinar los aterrizajes con los horarios de los trenes para evitar accidentes.
El Aeropuerto Tenzing-Hillary (Nepal), fue calificado en 2010 como el aeropuerto más peligroso del mundo, puesto que está dotado de una pista que tiene pendiente y es de 450 metros. Además, está rodeado de montañas; en una parte de la pista hay un acantilado, y en un extremo de la misma hay un muro.
El famoso balneario de lujo y estación de esquí Courchevel (Francia) dispone de un aeropuerto situado en lo más alto de la montaña Courchevel 1850. La pista de este aeropuerto apenas alcanza los 525 metros de extensión y es conocido por tener una aproximación muy difícil.
El Aeropuerto Internacional de Madeira (Portugal), tiene una de las pistas más cortas del mundo, hecho que lo convierte en uno de los más difíciles a la hora de realizar aterrizajes. De un lado de la pista se encuentra el océano, y del otro las montañas, lo que complica aún más las operaciones.
Para aterrizar en el Aeropuerto Internacional Princesa Juliana, de la isla antillana holandesa de San Martín, los aviones tiene que pasar por encima de una playa, una valla y una carretera. Unos carteles avisan a los turistas que las ráfagas del avión pueden causar daños físicos o la muerte.
El Aeródromo Ice Runway (Antártida) es una de las vías por la que llegan los alimentos a la base McMurdo. Uno de sus riesgos principales son las extremas condiciones climáticas. Cuando un avión de 450,000 libras de peso aterriza sobre el hielo marino, este se hunde varios centímetros.
El Aeropuerto Internacional Rey Fahd (Arabia Saudita) cubre una superficie de más de 450 kilómetros cuadrados. Es tan grande, que a menudo los pilotos no saben predecir dónde empieza y dónde termina el aeropuerto, puesto que desde altura el aeropuerto parece "mezclarse" con el resto del desierto.
El aeropuerto Gustaf III está ubicado en la isla del Caribe de San Bartolomé. Su pista termina en una pendiente que acaba en una playa. Los aterrizajes pasan tan cerca de la superficie, que los aviones sobrevuelan a los turistas en la costa, a quienes se aconseja no acercarse al final de la pista.
El Aeropuerto Juancho E. Yrausquin, localizado en el Caribe, tiene una de las pistas más cortas del mundo, que apenas llega a 400 metros. Rodeada por montañas, la pista de aterrizaje de este aeropuerto empieza y acaba en acantilados que dan al mar.
El Aeropuerto Internacional de Paro (Bután), se sitúa a 2.237 metros de altura, en un valle cercano al río Paro. Rodeado de montañas de 5,5 kilómetros de altura, es considerado como uno de los aeropuertos más complicados de operar del mundo. Además, solo 8 pilotos tienen permiso de aterrizar allí.